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El cine español sin subvenciones
Primero habría que citar, al menos, de donde sale el dinero de las subvenciones. Por un lado, tenemos las subvenciones del Estado, que son de todo tipo desde guiones hasta amortización del dinero recaudado en taquilla. Subvenciones a dedo elegidos por un jurado (la información de los miembros no es pública, salvo en las subvenciones de guiones) mediante los criterios de: originalidad y calidad (de esto hay mucho en el cine español), plan de financiación del proyecto (si es viable, digo yo), solvencia del productor y si eres mujer (la llamada discriminación positiva). Un apunte, para que te den la subvención tienes que tener empresa propia o, al menos, que te avale otra empresa.
Por otro lado, tenemos las subvenciones por comunidades autónomas que básicamente lo que buscan es favorecer sus intereses, desde patrocinar ciudades para el turismo sacando imágenes en el film hasta el patrocinio de una lengua cooficial (como pueda ser el catalán).
Por último, las subvenciones procedentes de la televisión. Que puede ser de canales autonómicos, TV3 está haciendo una gran labor por el cine español (lo que hay que oir) impulsando proyectos arriesgados y de calidad; de TVE que no lo hace por subvenciones si no por otros medios; y, aquí viene la chicha, por los canales privados (imagino que actualmente solo Antena3 y Tele5). Estos canales privados tienen que destinar un 5% de sus beneficios (una millonada) a producciones audiovisuales patrias, que de forma muy inteligente lo meten todo en un mismo paquete para hacer “grandes” producciones (de las cuales esperan taquillazos, Celda 211 ha sido la excepción) del estilo “Alatriste”.
Si en España no hubiera subvenciones no habría cine, o al menos no si se hiciera de golpe. Tendría que cambiar la estructura de la industria (si es que la hay) y la mentalidad de todo el que trabaja en el género. Los directores tendrían que buscar el éxito en taquilla, esta vez en serio, acercándose al gusto del público que es al que se debe el cine. Las empresas productoras tendrían que arriesgar dinero aunque les suponga un espanto, puesto que ya no valdría con hacer la españolada de turno (Spanish Movie…) y llevarse la tajada de la subvención. Y a lo mejor la gente hasta se acercaba a ver más cine nacional si ven que la calidad aumenta oye.
A fin de cuentas tendrían que aparecer dos nuevos conceptos en la industria: “Riesgo” e “Innovación”. Porque ¿cuántos directores españoles son rentables? Amenábar, Almodóvar y poco más. Se buscaría gente innovadora y de riesgo en riesgo se irían encontrando directores nuevos que den un panorama distinto al cine español. Aparecerían muchas más empresas productoras, sobre todo independientes, y cuanto más se incentive la competencia y el buscar el éxito en taquilla mejor cine se haría.
Me gusta el ejemplo de Christopher Nolan (director de las nuevas películas de Batman, The Prestige y próximo director de Superman) con su película Memento que tuvo poco éxito en taquilla, pero que se acabó convirtiendo en película de culto y lanzando la carrera del director en cuestión. El presupuesto de la película (para estar hablando de Hollywood) es bastante pequeño para lo que supuso para el director realizar este film, unos 5 millones de dólares. Lo que quiere decir que una empresa con poco presupuesto en el lugar y momento adecuado puede encontrar un director excelente a un precio módico, solo hay que dar la oportunidad a la innovación.
¿Si realmente es posible esto? Pues no, tendría que ser el cambio poco a poco. Pero lo que está claro es que actualmente el éxito de taquilla no preocupa a los directores, por eso en el 2008 se han dado más subvenciones (unos 80 millones) que dinero recaudado en taquilla. Si Francia ha conseguido un cine de calidad y además con seña de identidad propia, España puede hacer lo mismo. Siempre hemos tenido grandes literatos, grandes pintores, y si se hacen las cosas bien podemos tener grandes directores con un gran cine nacional. Pero las cosas tienen que cambiar y dejar de dar las subvenciones a mi primo porque me cae bien. Está genial que las televisiones privadas tengan que invertir en cine pero no se puede permitir los 22 millones de euros de presupuesto de Alatriste, hay que vigilar la calidad y no vale con pensar que si vende en taquilla es bueno. El cine español no puede existir sin subvenciones pero tampoco puede existir con la desgana y el conformismo, si no se arriesga en el cine, nadie gana.
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