El clima en un rodaje de cine

Vale, has estado trabajando meses en el guion de tu corto, resolviendo los problemas que surgen al elaborarlo, buscando las mejores soluciones para que tenga la mayor tensión posible, has encontrado un buen elenco de actores y un equipo técnico que te ayude a grabar. Ya lo tienes todo. Tu primer día de rodaje lo has planeado al dedillo: “a las 8:30 preparamos las cámaras y a los actores, a las 9:00 comenzamos a grabar la secuencia 4 hasta las 11:00, hacemos un descanso…” todo lo tienes bien estructurado en tu cabeza. Llega el día, te levantas a las 7:05 a.m. y te desperezas, miras por la ventana y tus ojos se vuelven vidriosos al ver que llueve, truena, graniza, ¡ciclogénesis explosiva!... Claro no contabas con el tiempo, ni con la Ley de Murphy.


Y es que es indispensable a la hora de hacer un plan de rodaje estar al tanto de las previsiones meteorológicas. Siempre tienes que tener un plan B por si de improvisto se te pone a llover, aunque solo llueva un poco, porque si llueve el suelo se mojará y si ya has grabado antes puede haber falta de raccord. Por eso siempre se ruedan primero las escenas de exteriores, el plan B siempre será grabar en interior. Irremediablemente te harás amigo de las páginas meteorológicas, serán, por un tiempo, tus compañeras inseparables (sobre todo si grabas en abril).

Además también hay que atender a la variabilidad del sol y las nubes. Si una secuencia te lleva varios días grabarla, vas a tener que valerte del o la script o secretaria de rodaje, que será la encargada de apuntar los detalles para mantener el raccord, incluso fotografiando la escena para conservar el de iluminación, no sea que un día grabes sin sombras y en otro que la luz ciegue a los actores. Lo ideal es grabar cuando el cielo esté cubierto de nubes, para que la luz sea lo más uniforme posible y las sombras no sean duras. Queda claro: antes de ser director hay que ser hombre del tiempo, Amenabar cuidado con Mario Picazo.

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